Hoy nos vamos a dirigir al río Salor, a
poca distancia de la famosa ermita de “San Jorge” y no muy lejos del Monumento
Natural de los Barruecos. Entre las fincas Griles y La Mosca (separadas por el
propio río), en el Término Municipal de Cáceres, descansa este espectacular, curioso y ruinoso puente. Como decía,
aunque se le suele llamar puente de Griles, a decir verdad, la mayor parte de
sus casi 72 metros de longitud se sitúan en la finca de La Mosca, por lo que
también podríamos llamarlo así.
Lo curioso de este puente es cómo se
apoya sobre los enormes bolos de granito que abundan por la zona.
Evidentemente, es lo más normal que los estribos de los puentes se apoyen
directamente sobre la roca madre en el lecho fluvial, pero aquí es distinto. El
puente se sustenta sobre los bolos que plagan dicho lecho y que tienen
distintas formas y alturas, lo que confiere una enorme dificultad a la hora de
trazar simetrías en la construcción, que prácticamente no las tiene. Aquí lo
que se hizo fue adaptarse al terreno y “crear un diseño único” y acoplado a las
curiosas circunstancias del paisaje batolítico.
En varias publicaciones se dice que el
puente es romano (como todos), pero no es así, no tiene ninguna de las características
que permitirían poder considerarlo como tal. Veamos, poco a poco, sus
características.
Está construido con bóvedas de sillería
granítica y lo que queda del resto de la construcción, está realizado con
mampostería. Vemos que las bóvedas presentan mortero e inserciones de lascas en
las juntas, algo que nunca se produciría en un puente romano, donde el tallado
de los sillares es tan minucioso que la superficie de contacto es tan grande,
que no hace falta una “argamasa” para unirlos, es decir, están unidos “a
hueso”, mientras que, en puentes posteriores, como éste, el tallado es mucho
más grosero y el contacto se limita a las irregularidades de la piedra, por lo
que se hace necesario añadir mortero. Además, en las construcciones romanas lo
normal es la presencia de sillares almohadillados que aquí no existen.
Las bóvedas romanas solían ser siempre con arco de
medio punto, mientras que aquí vemos un arco de este tipo y dos rebajados,
pareciendo uno de ellos ligeramente apuntado, aunque no podemos saber si era así
en origen o se ha producido algún tipo de deformación. En los puentes romanos
encontramos, además, una arquivolta alrededor de los arcos, siendo comunes
también las cornisas; elementos que aquí no existen.
La presencia de múltiples materiales, el
perfil alomado, o la anchura de la plataforma (que no llega a 3 metros), son
signos inequívocos de estar frente a un puente medieval que ha sufrido
posteriores intervenciones. Algo que queda muy patente el mortero que se
conserva hacia el lado de la finca de Griles. Esa parte (a la derecha si
miramos desde aguas arriba) parece algo distinta que la que se encuentra en el
lado izquierdo, exceptuando los restos del petril, lo que nos lleva a pensar en
una restauración (o ampliación) que incluyó la sustitución o mejora de todo el
petril del puente.
Debido a lo dificultoso del lecho donde
se asienta, el trazado de la plataforma es muy irregular, sobre todo en la
parte derecha, lo que apoya la teoría de la reconstrucción o ampliación
posterior de esa zona.
Encontramos también 4 desagües
adintelados, por lo que el “esquema” del puente, de izquierda a derecha mirando
desde aguas arriba, sería: una tajea adintelada granítica, un arco rebajado, un
desagüe incluido en la propia plataforma, el arco de medio punto, otro desagüe,
dos tajeas adinteladas graníticas, el arco rebajado ligeramente apuntado y por
último otra tajea adintelada, pero con un curioso dintel romboideo en lugar de
prismático.
El petril al que nos referíamos antes,
solo se encuentra en algunos puntos del puente, e incluso en el lecho del río
donde grades tramos de éste se han caído. Tiene una anchura de casi medio metro
y está levantado con mampostería.
El puente se sitúa junto a lo que parece
una cantera abandonada y en sus alrededores no parece observarse los restos de
ningún molino. El camino “oficial” más cercano es el viejo camino
Cáceres-Badajoz, pero actualmente hacia ninguno de los lados del puente quedan
restos de caminos transitables y has él hay que acceder campo a través
Hoy solo os quería enseñar este poco
conocido puente, de los más curiosos de los que tenemos en los alrededores de
la ciudad, por la adaptación extrema que hicieron sus constructores, a las
condiciones rocosas del lecho del río, y por eso os lo he querido enseñar, Al
Detalle.
Hola, buenos días, quería saber cuál es el mejor camino para llegar al puente, he mirado el el Google Earth y no he visto ningún camino y no se si las fincas son privadas o permiten el paso.
ResponderEliminarBuenas¡ pues no hay ningún camino que llegue a él y solo hay alguno privado que pasa cerca. Sl tratarse de fincas particulares no indico cómo llegué yo, pero no es difícil, solo hay que tener cuidado con la época de caza en algunas zonas. Un saludo
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