Cuando paso por una zona me gusta imaginar que los bordes del camino están plagados de “detalles”, de pequeños tesoros que esperan a ser “descubiertos”. A veces desmonto de la bici para explorar alguna zona fuera de camino usando únicamente la intuición. He de reconocer que en más ocasiones de las que quiera admitir, la búsqueda acaba con algún arañazo en verano o los pies empapados en invierno y poco más. Pero otras veces ese impulso, ese pellizco infundado te descubre algún brocal casi desaparecido, algunos signos de la existencia remota de una construcción y en el mejor de los casos alguna tumba de piedra o alguna cazoleta.
En esta ocasión la fortuna me regaló el hallazgo fortuito y simultáneo de un minúsculo puente, un pozo con sus pilas y los restos humildes de un más humilde refugio de pastor y que al encontrarse en una hondonada no se aprecian desde el camino cercano.
Muy cerca de la charca Rosarito I, en el camino de Aldea del Cano, ya os enseñé los restos de dos refugios de pastor situados de frente a la cara principal de la casa de El Duro. Los restos que os muestro hoy se encuentran en la parte trasera en la misma finca, polígono 25, parcela 24 del Término Municipal de Cáceres según el registro catastral.
Antes de llegar a la zona más baja del camino, muy cerca de la casa, y por donde debería estar corriendo un pequeño arroyo, decidí desviarme unos 300 metros y lo primero con lo que me topé fue con un pozo de ladrillo lucido toscamente, de poca altura y acompañado de una hilera de 7 pilas, de las que, curiosamente, una de ellas falta por haber sido desplazada unos metros más allá.
Muy, muy cerca y casi pedido entre la maleza, se puede distinguir un puente de ladrillo de muy pequeño tamaño, como es también el arroyo que tiene que salvar. Tiene un único ojo de arco rebajado de ladrillo y cuya plataforma ha desaparecido quedando el propio ladrillo del arco a la vista en la parte superior.
Decidí dar un paseo por los alrededores y tras unos bolos de granito esperaban los restos de un refugio de pastor en muy mal estado que además se ha visto agravado por el incendio que asoló la zona este pasado verano.
Una vez más quedo fascinado por los humildes restos que nos dejaron nuestros antepasados como testigo material y mudo de un tiempo pasado que debe, y quiere, ser recordado, por eso os he querido enseñar este pozo, este puente y este refugio de pastores, Al Detalle.
Qué gratificante es muchas veces abandonar el camino trazado y explorar más allá..."Me salí del camino a caminar", que canta Robe.
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