En lo profundo del Monumento Natural de Los Barruecos, en mi querido Malpartida de Cáceres, se encuentra uno de esos Detalles que tanto me gusta enseñaros: la Fuente de la Serrana. Este manantial "encantado" es una joya escondida entre el exuberante paisaje que nos rodea, un pedazo de la historia más sencilla del pueblo que fluye generosamente desde tiempos inmemoriales.
Al acercarte con la bici a la Fuente de la Serrana, los sentidos se despiertan ante el susurro melodioso del agua corriendo por los surcos de esa historia que no sale en los libros de historia. Un eco ancestral envuelve el aire, y te sientes transportado a un tiempo olvidado, cuando los antepasados encontraban en estas aguas su sustento y la fuente de vida para sus bestias, algo que parece que nos hemos empeñado en olvidar.
El sendero hacia la fuente te sumerge en un mundo encantado, donde el granito exulta en su máximo esplendor. Los bolos de piedra se alzan majestuosos, acariciando el cielo con sus ramas extendidas en forma de cigüeña. Y entonces, ante tus ojos, aparece la Fuente de la Serrana. Un manantial de cristalinas aguas que emergen con vigor de las profundidades de la tierra. El agua fluye con gracia y pureza, dibujando su propio camino entre las rocas graníticas que la rodean. Las piedras desgastadas por el tiempo se convierten en testigos mudos de un legado ancestral, mientras el agua sigue danzando en su eterna melodía. Observas con reverencia el entorno que te rodea mientras el sol derrama su luz dorada sobre el paisaje, tiñendo el agua con destellos de fuego líquido.
Cerré los ojos y dejé que mi imaginación volara libremente, pudiendo ver a los antiguos arrieros, campesinos o lavanderas, con sus cántaros en mano, acercándose con reverencia a la Fuente de la Serrana. Sus rostros desgastados por el tiempo reflejaban la gratitud y el respeto que sentían hacia este manantial mágico. Sus manos, curtidas por el trabajo de la tierra, se sumergían en las aguas frescas, y sus labios sedientos bebían de la fuente, absorbiendo la esencia de la tierra. El legado de aquellos antepasados fluye en mis venas, y siento un profundo agradecimiento por esta maravilla natural que ha perdurado a través de los siglos. La Fuente de la Serrana es un recordatorio de nuestra conexión con la tierra, con nuestras raíces y con la importancia de preservar y proteger estos tesoros para las generaciones venideras.
En el rato que estuve allí solo me asaltaba a la cabeza la pregunta de quién sería aquella Serrana que le dio nombre a este manantío que rompe el granito y mana desde el suelo. Le pregunté a un amigo de la zona y me contó una historia muy vaga sobre una bruja que le dio poderes sobrenaturales al agua de la fuente; una de esas historias de hidromitología que poco a poco se van contaminando y perdiendo. De camino a casa mi mente inventaba relatos e historias de una Serrana y un espíritu que quedó impregnado en el lugar y al llegar escribí esta invención inspirada en los pocos datos que me dio mi amigo:
El Monumento Natural de Los Barruecos, marcado por los gigantescos bolos graníticos, el agua y la presencia de las majestuosas cigüeñas, es el hogar de una leyenda que habla de una bruja ancestral y su conexión con las fuerzas de la naturaleza.
Cuentan las historias que la Serrana, una poderosa hechicera que habitaba la región, había sido testigo del nacimiento de la fuente y había depositado en ella su sabiduría y energía. Su figura imponente y enigmática se había fusionado con el entorno, convirtiéndose en una entidad mística que guardaba los secretos de la tierra y el agua. Se decía que, durante las noches de luna llena, la Serrana emergía de las sombras y danzaba alrededor de la fuente, evocando los antiguos rituales que le otorgaron su poder. Su cabello oscuro como la noche se entrelazaba con las sombras de la noche, y sus ojos brillaban con una intensidad sobrenatural. Su presencia transmitía una fuerza ancestral y una conexión profunda con el mundo espiritual. La Fuente de la Serrana era más que un simple manantial. Era un lugar sagrado, una ventana hacia dimensiones desconocidas donde los elementos se fusionaban y las energías se entrelazaban. Quienes se acercaban a sus aguas podían sentir el pulso de la tierra, la melodía del viento y la calidez del sol.
La leyenda cuenta que aquellos que bebían de la fuente obtenían visiones reveladoras y se conectaban con sus raíces más profundas. Se decía que el agua poseía el don de despertar los recuerdos ancestrales y evocaba el espíritu de los antepasados que habían bebido de ella en tiempos remotos. En cada sorbo, en cada trago, se establecía una comunión con la historia y la esencia misma de Los Barruecos. La Serrana, como guardiana eterna de la fuente, velaba por su integridad y magia. Se decía que su espíritu protegía la fuente de cualquier profanación y transmitía su energía curativa a todos aquellos que la buscaban con respeto y reverencia. Su presencia infundía temor y respeto, pero también despertaba un profundo anhelo de comprender los misterios ocultos detrás de su figura enigmática.
A lo largo de los siglos, la Fuente de la Serrana ha sido testigo de innumerables historias y encuentros entre los seres humanos y la naturaleza. Es un recordatorio de la importancia de honrar nuestras raíces, de reconocer la belleza y la magia que nos rodea. Cada gota de agua que fluye de la fuente lleva consigo el legado de la Serrana y el poder de la tierra que la alimenta. Así, en el Monumento Natural de Los Barruecos, la Fuente de la Serrana se erige como un símbolo de la conexión entre el pasado y el presente, entre la humanidad y la naturaleza. Nos invita a sumergirnos en la belleza y la importancia etnográfica de estos elementos, y nos transporta a un mundo donde los recuerdos ancestrales cobran vida y el espíritu de la Serrana perdura.
En resumen, la Fuente de la Serrana en el Monumento Natural de Los Barruecos, en Malpartida de Cáceres, es mucho más que un simple manantial. Es un tesoro natural que nos conecta con nuestra historia y raíces, evocando la importancia etnográfica de aquellos que bebieron de sus aguas en tiempos pasados. Su belleza cautivadora y su entorno enigmático nos invitan a reflexionar sobre nuestra relación con la naturaleza y nos recuerda la necesidad de proteger estos lugares "sagrados". Hoy solo os he querido enseñar la Fuente de la Serrana y "sus misterios", Al Detalle.
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