Aunque la
mayoría de los cacereños desconocemos este dato, uno de los compositores y
pianistas más importantes de nuestra historia, vivió en Cáceres durante más de
dos años. Isaac Albéniz nació en Camprodón (Gerona) el 29 de mayo de 1860. Hijo
de Dolores Pascual y Ángel Albéniz, nació en esta localidad porque su padre,
funcionario de hacienda, estaba en ese tiempo destinado allí. Los traslados
fueron continuos, pasando por Barcelona o Madrid antes de recalar en Cáceres.
En esas ciudades estudió en el conservatorio porque desde muy niño demostró un gran virtuosismo al piano. Su
primer recital (foto) lo dio a los
cuatro años de edad en el Teatro Romea de Barcelona con un repertorio de
grandísima dificultad para esa edad. Ese día interpretó Les Adieux de Dussek,
un concierto de Weber y como bis una variación de El Sueño de Amor de Liszt.
EL traslado,
o casi destierro a Cáceres se produce porque Ángel Albéniz era un reconocido
masón y apoyó la revolución de 1868 junto al general Prim. Al ser un funcionario
con pocas retribuciones, el padre de Isaac, comienza a presionar a su hijo a la hora
de ensayar y le obliga a realizar inmunerables recitales con los que
obtenían un buen rendimiento económico. El influjo del padre era tal, que en
esos conciertos que el pequeño genio realizaba por teatros y salones, obligaba
al niño a entrar en escena haciendo el saludo ritual masón y obligó al pequeño
a que su primera composición (Marcha Militar impresa en 1869) estuviera
dedicada a Prim.
Sabemos que
Isaac Albéniz ingresa en la Escuela Nacional de Música y Declamación (E.N.M.D.)
de Madrid el mismo día en el que realiza la solicitud, el 15 de febrero de
1869, aunque el curso estuviera ya empezado. Gracias a los documentos del
conservatorio sabemos más datos de Isaac en los años en lo que con su familia
se trasladó a Cáceres. En el curso 1869-1870 se matricula en segundo curso de
solfeo con el profesor Justo Moré, pero no pagan las tasas y en mayo de 1870, en
el índice de alumnos, es dado de baja por impagos. En el libro de actas de su
profesor queda sin calificar por no asistir a clase, al ser nombrado su padre
Oficial de Tercera Clase en la Administración Económica de Cáceres.
En el curso
1870-1871, su padre solicita al director de la E.N.M.D. la vuelta a los
estudios de su hijo matriculándolo en el primer curso de piano con el profesor
Manuel Mendizábal. Posteriormente acuerdan, que debido a las cualidades del
niño, estudie primero y segundo de piano al mismo tiempo. Además el 9 de
febrero solicita también matricularse en primero de armonía, pero esta petición
fue rechazada por la dirección. Ese mismo año, el 25 de marzo, participa en un “ejercicio
lírico” con otros alumnos, en el que interpreta el ¡ADIÓS! De Dussek.
En los días 5,6 y 7 de marzo del 71 realiza los exámenes con un resultado de aprobado (sólo se calificaba como aprobado, suspenso o no presentado) en los dos cursos de piano. En las notas del profesor, en el apartado de faltas, se indica que faltó muy poco y que tenía gran disposición. Esto lo recalco, porque alguna publicación local afirma que el niño viajaba algunas veces al conservatorio de Madrid, pero esto no puede ser posible, porque estaría reflejado en las actas. Todo hace pensar que en ese curso el niño se trasladó a la capital y viajaría con frecuencia a Cáceres y no al contrario. Tras la estancia en nuestra ciudad, la familia va a Madrid, luego a Puerto Rico, Cuba… y no existen datos que indiquen que Isaac Albéniz volviera por Cáceres.
En los días 5,6 y 7 de marzo del 71 realiza los exámenes con un resultado de aprobado (sólo se calificaba como aprobado, suspenso o no presentado) en los dos cursos de piano. En las notas del profesor, en el apartado de faltas, se indica que faltó muy poco y que tenía gran disposición. Esto lo recalco, porque alguna publicación local afirma que el niño viajaba algunas veces al conservatorio de Madrid, pero esto no puede ser posible, porque estaría reflejado en las actas. Todo hace pensar que en ese curso el niño se trasladó a la capital y viajaría con frecuencia a Cáceres y no al contrario. Tras la estancia en nuestra ciudad, la familia va a Madrid, luego a Puerto Rico, Cuba… y no existen datos que indiquen que Isaac Albéniz volviera por Cáceres.
Además de
los interesantísimos documentos del conservatorio, hay otro muy importante que
nos certifica el paso de la familia por aquí: el libro de Publio Hurtado,
Recuerdos Cacereños del Siglo XIX, donde se refiere a Ángel Albéniz diciendo:
“En los
años 1870 y 1871 se tocaba y cantaba casi a diario en casa del Investigador de
Hacienda don Ángel Albéniz, padre de dos jóvenes que valían un potosí,
Clementina, señorita de 17 años, muy ilustrada y consumada pianista, y un
arrapiezo de 10 u 11 años llamado Isaac, que era un prodigio de facultades musicales
y en ejecución al piano. Las sonatas de Beethoven, las oberturas de
Mendelssohn, las tocatas de Bach, las fantasías de óperas famosas como “El
perdón de Ploërmel” y “Lucía di Lammermoor” y multitud de piezas de primer
orden eran juguetes fáciles en sus manos, que las dominaba a la perfección,
improvisaba cuanto se le pedía y con el tiempo llegó a ser el gran Isaac
Albéniz, compositor de brillantes piezas de concierto, de universal renombre,
quien no satisfecho con su envidiable fama como músico trató de hacer fortuna
como empresario de compañías de ópera en los teatros de París, Londres y otras
capitales europeas, ambición que la parca segó en la flor de su vida".
Pero la
relación de Publio Hurtado con la familia fue más allá, tanto su hermana
Balbina, como él, entablaron una importante relación de amistad con la hermana
de Isaac, Clementina, que poseía también grandes dotes musicales. Incluso D.
Publio puso letra a una habanera compuesta por Clementina que iba a titularse “La
Sensitiva” pero que finalmente fue publicada como “Piedad” en el 1872 en la
editorial “La Guirnalda” de Madrid. En la portada de la partitura observamos
varios errores en los nombres de ambos autores. En la fotografía que adjunto
aparece un retrato que Clementina regaló y dedicó a Balbina, la hermana de
Publio.
Bueno, pues
sólo quería contaros esta pequeña anécdota en la historia de la ciudad, con dos
grandes penas: la primera es que en Cáceres casi nadie conozca que el gran
Albéniz vivió, paseó, compuso y tocó el piano en nuestra ciudad, y sobre todo,
que en ningún documento quede constancia del lugar en el que la familia residió
y recordar ese momento, aunque sea con una simple placa. Así es que os pido
ayuda, si alguien sabe de la residencia familiar por algún libro o por
tradición oral, que nos lo diga, de todas formas seguiré intentando ubicar la
casa donde Isaac Albéniz vivió en Cáceres.
BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA:
Recuerdos Cacereños del Siglo XIX. Publio Hurtado
EL CONSERVATORIO DE MADRID EN LA TRAYECTORIA VITAL Y ARTÍSTICA DE ISAAC ALBÉNJZ. Jacinto TORRES MULAS
http://www.turtlepointpress.com/traveltainted/my-youthful-indiscretions-by-isaac-albeniz/
http://www.gaudiallgaudi.com/EM005albeniz.htm
http://www.buscabiografias.com/biografia/verDetalle/1442/Isaac%20Albeniz
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