Algo alejado de mi radio de acción
habitual, se encuentra el Rollo de Valdefuentes, que he querido mostraros, AL
DETALLE, para completar el monográfico que, sobre los rollos y picotas en los
alrededores de Cáceres, estaba haciendo desde meses.
Esta imponente columna de piedra se
encuentra en el medio de la plaza, lugar al que fue trasladada en 1968 desde la
parte baja de ésta, donde se situaba originalmente. La mandó construir Álvaro
de Sande, cuando le compró la villa de Valdefuentes a Felipe II, como parte del
agradecimiento por los servicios militares que había ofrecido al reino.
Concretamente la venta se firmó el 11 de julio de 1558. De esta forma el rey,
que además necesitaba algo de liquidez, se despoja de una villa que había
pasado a formar parte de la corona con el desmantelamiento de la Orden de
Santiago, a quien pertenecía Valdefuentes en un principio.
Sobre tres gradas circulares se
levanta esta imponente columna de cantería labrada, sustentada por una potente
basa. El primer tercio del fuste se decora con junquillos que pasan a ser acanaladuras en los dos tercios
restantes. Se remata por un tambor entre molduras convexas en el que destacan
tres cabezas de leones con las fauces abiertas. El la bibliografía ser afirma
que en uno de los interespacios de este tambor aparece el águila de la casa de
los Sande (Solano, 1987. Historia del Señorío de Valdefuentes), pero yo no he
logrado encontrarla. A lo largo del fuste observamos restos de la decoración en
esgrafiado que poseía y que está perdiendo. No olvidemos la tradición y la
importancia de esta técnica en la localidad.
Sobre un saledizo, a modo de cornisa,
se apoya una desigual pirámide truncada donde descansaba hace años una maltrecha
y misteriosa figura de la que algunos dicen que era antropomorfa y otros
sostienen que era una lechuza. De una forma o de otra, lo que sí tenían claro
en la localidad, es que era una figura alegórica de la muerte. Recientemente ha
sido sustituida por un inocente angelote que porta un cuerno de la abundancia.
Desconozco el paradero actual de la misteriosa escultura original.
Lo más probable es que a este
precioso rollo de estilo jónico, se le añadiera posteriormente esta deforme pirámide
que aparece de forma incoherente con el resto del monumento. A pesar de eso, el
conjunto es de gran belleza, y lo que es más importante, ocupa un lugar
privilegiado en la localidad, y un lugar, que sin duda, es totalmente merecido.
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