Un altar es un espacio común a los
dioses y a los hombres y forma parte de una percepción simbólica del paisaje.
Los altares rupestres, aunque bastante comunes, han sido tradicionalmente apartados
de los estudios académicos hasta no hace demasiado tiempo. Eran mirados con
desconfianza y escepticismo desde el saber más ortodoxo. Pero ¿qué entendemos
como altar rupestre? Podemos delimitar su concepto y decir que un altar
rupestre es toda estructura al aire libre, sobre soporte pétreo, y que posee
cavidades, cubetas… donde es patente la intervención humana y que no se enmarca
en un uso práctico y cotidiano.
Su ubicación no es arbitraria,
siguen unos claros patrones marcados por la organización interna del espacio,
orientaciones astrológicas o una traducción de una concepción simbólica del
entorno.
Para el análisis del altar
encontrado me he apoyado en la Tesis de Maria Joao Delgado Correia dos Santos,
titulada: Santuarios rupestres de la Hispania indoeuropea, del año 2015.
Atendiendo a la clasificación de los mismos que la autora propone, podíamos enmarcarlo
en la tipología A.1.2. por la presencia de escalones que permiten el acceso a
una, o varias, cubetas de origen natural o artificial en las que se abre un
desagüe. El número de escalones más común de esta tipología es tres, como
ocurre en este caso, podemos afirmar que su cubeta es de origen artificial por
lo preciso de su contorno.
Este tipo de altar, además, se suele
situar en una zona ligeramente elevada y con buena visibilidad, y lo que en
este caso es muy importante, cerca de un curso de agua. Los altares de la
tipología A.1.2. han sido fechados entre la II Edad del Hierro y la época
romana, algo que también coincide con lo que se conoce sobre el entorno en el
que se ubica, mostrando así, una evolución importante de la concepción
simbólica y una especialización cultural.
Hagamos una pequeña descripción del
altar:
UBICACIÓN:
Malpartida de Cáceres
372m alt.
372m alt.
Ubicado en medio de la penillanura
cacereña.
Orientación 196ºNE
TIPOLOGÍA:
A.1.2.
DESCRIPCIÓN:
Piedra de tipología A.1.2. con tres
escalones tallados que llevan a una cubeta circular en la zona superior con
desagüe. La roca mide unos 6,16m de longitud, parte a la altura de suelo y se
va elevando uniformemente hasta una altura máxima de 1,47m. A una altura de
unos 60cm se sitúa el primer escalón orientado en el eje Norte-sur, de unos 25x11 cm. El
resto de escalones son ligeramente más pequeños y varían ligeramente su orientación
al este-oeste. La cubeta tiene 35 cm. de diámetro con un desagüe orientado al este de
una anchura de 18cm.
CONTEXTO:
En las inmediaciones se reparten
numerosas tumbas escavadas en granito y son fácilmente apreciables restos de
cerámica de construcción de Época Romana.
El altar puede ser encuadrado en el conjunto de los tres altares ya
conocidos de La Zafrilla, Las Cuatro Hermanas y Las Trescientas, con los que se
encuentra alineado.
Se trata de una zona con una alta
connotación simbólica. Destacamos en la zona los paneles con pinturas rupestres
de Los Barruecos, y los famosos exvotos dedicados a la diosa ATAECINA (o
ADAEGINA) encontrados en 1885. Podemos afirmar que estos cuatro altares
formarían un conjunto sacro que, muy posiblemente, estuvieran dedicados a esta
deidad prerromana. Esta teoría se sustenta, además, por la presencia de una
estela en su honor y que ya os mostré, Al Detalle, y que se encuentra
actualmente a poca distancia de allí, en el Lavadero de Lanas de San Miguel.
En estos altares el sacerdote
accedería a la zona superior por los escalones para realizar el sacrificio de
algunas cabras, posteriormente se realizaría una ablución purificadora
aprovechando en arroyo y la fuente cercana, convirtiendo así a la cabra como
ofrenda para alcanzar la salvación, purificación…
Existe un excelente libro de mi
amigo Francisco Acedo, en el que profundiza en este tema y que desde aquí os
recomiendo, aunque sea complicado de adquirir, pero sí disponible en
bibliotecas.
En la zona existen otras estructuras
pétreas que me llaman la atención, pero que tengo que estudiar con más
detenimiento y que ya os mostraré Al Detalle.
Muy interesante. Yo creo que los altares rupestres quizás tengan mala prensa en el ámbito académico precisamente por las dificultades para ser interpretados con objetividad. La verdad es que yo he pasado muchas veces por allí y te encuentras restos de extraña explicación. Aparte de la roca típica de tres escalones al lado del petrogrifo y el supuesto observatorio astronómico, esta no la ubico exactamente, aunque he visto muchos. Yo por un momento, en alguno de esos huecos, pensaba que se trataba construcciones hechas para los molinos de aceite de la época de la villa romana. Y por otro lado, siempre me invade la duda porque los huecos redondos pueden ser producidos por algún bloque de granito previamente. Pero vamos, ni idea. Y superinteresante y al detalle, como siempre.
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