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EL HALLAZGO DE RESTOS ROMANOS EN EL CAMINO DE SANTA LUCÍA


A primeros de este mes de marzo de 2021, recibimos la noticia de la aparición de unos restos arqueológicos en las obras que se estaban llevando a cabo junto al paso a nivel en el camino de Santa Olalla, en la zona sur de la ciudad. Inmediatamente me empezaron a llegar imágenes por las redes sociales y unos días más tarde fui consultado por el diario Hoy para hablar de lo que se había encontrado hasta el momento y que yo había conocido mediante estas fotografías, no todas de buena calidad. En esta estrada no se da mucha más información que la que este diario ofreció en su momento, por eso no entendemos el malestar de algunos por "mostrar" este yacimiento cuando medios como el citado periódico o Canal Extremadura ya han dado toda clase de detalles sobre él, incluida su ubicación.  


Lo primero que tengo que decir es que hay que respetar el trabajo de los arqueólogos y nunca invadir las zonas en proceso de excavación, por eso las imágenes que os enseñaré en esta entrada se tomaron siempre respetando la zona acordonada y en ningún momento atravesé la zona acotada, limitándome a otear desde lejos y usando el zoom para ver algo más los Detalles. Repito, todas las imágenes que muestro fueron tomas desde el camino con una cámara bastante potente.
 
Está bastante claro que son restos romanos y se distinguen fácilmente un enorme contrapeso de una prensa y también han aparecidos fragmentos de pavimentos “opus signimun” y por ahora poco más (el alguna foto parece que sobre uno de los sillares han colocado algún resto de cerámica, algo común en los alrededores, la verdad). Pero lo que es indudable es que no nos puede sorprender que en esta zona aparezcan este tipo de hallazgos, entre otras cosas, nos encontramos a los pies del Cerro de los Romanos y a unos cientos de metros del yacimiento del Cuarto del Robre o los restos de la “turris” del Junquillo. Y además de eso, al otro lado del cerro tenemos Santa Olalla en la que aparecieron en su día, gran número de vestigios, sobre todo epigráficos. Pero vayamos paso a paso y busquemos el que podría ser origen de lo que aquí ha aparecido.


Desde el dictamen realizado por Antonio García Bellido a mediados del siglo pasado, quedó asentada la idea de que la Norba Caesarina fue fundada entre el 36 y 34 a.C. por el procónsul Cayo Norbano Flaco (como ya expliqué, Al Detalle en otra entrada) para asentar a veteranos y fijar población en la zona. El futuro de nuestra ciudad se vio profundamente marcado por la fundación en el 25 a.C. de Emerita Augusta y que ésta se convirtiera en la capital de la Lusitania. Norba Caesarina queda como centro de un grupo de propietarios que se reparten por las extensas tierras que le pertenecen y que vivían en explotaciones agroganaderas, lo que siempre hemos conocido como Villas y que se dedicarían al ganado y el cultivo del olivo, la vid y el trigo. Esto explicaría que no queden de la Norba importantes infraestructuras como grandes acueductos, teatros, circos… La inestabilidad en la zona lleva a la construcción de la muralla en el siglo III, algo que no se habría considerado necesario hasta el momento, aunque esto no evitó su “destrucción” por el 414 con las invasiones bárbaras, aunque hay alguna prueba documental de la pervivencia de su nobleza en época visigoda, aunque de esta época tenemos más bien poca información.


Por lo tanto, durante siglos y desde la fundación romana de la ciudad, lo que predominaría serían villas agrícolas alrededor del nucleo urbano. La tradición sitúa a unos cientos de metros de donde han aparecido estos restos, el Pago Ponciano, donde se ha venido diciendo que fue el lugar de nacimiento de Santa Eulalia y donde vivió hasta que marchó a Mérida y sufrió su famoso martirio.
 

Lo que parece que vemos, por ahora, en esta excavación no desentona nada con lo que se ha sabido de esta época. Lo que primero llama la atención es el contrapeso de una prensa con la que se hacía el aceite y el vino, por lo que formaría parte de un conjunto agrícola dedicado a tal fin. Los restos de pavimentos parecen “opus signimun”, que es un pavimento formado por una mezcla de cal y fragmentos de cerámica machacada, que es una técnica que los romanos “heredaron” de los fenicios. Se usaba para pavimentar edificios termales, canalizaciones y fundamentalmente como pavimento de sus villas y que, por suerte, al ser tan resistente, suele conservarse bastante bien. Este tipo de mortero al ser impermeabilizante se solía usar en suelo, muros, cisternas, canales, siendo uno de los pavimentos que más usaban en el interior de los edificios donde a veces se decoraban con teselas haciendo figuras geométricas que imitaban a los verdaderos mosaicos, algo que aquí, desgraciadamente, no se aprecia por el momento. 
 
Por tanto, con mucha probabilidad, nos encontramos frente a los restos de una villa romana, una de las que sembraban los campos que rodeaban a Norba Caesarina y que se dedicaría al cultivo de la aceituna, la uva y el trigo, donde se produciría un gran aceite y un gran vino y donde vivirían los dueños o señores junto con los esclavos que trabajarían la tierra.


Solo quería, desde este humilde blog, pedir a todos los que lo lean, que sean respetuosos con lo que está apareciendo y con el trabajo de los arqueólogos. Debemos dejarles trabajar y no adentrarnos en las zonas delimitadas para no causar destrozos que dificulten el estudio de este pedacito de la historia de nuestra ciudad y que hoy os he querido enseñar, Al Detalle.

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