SOBREVOLANDO LA CASA DE LA CALERA (CASAR DE CÁCERES)

Hoy volvemos a visitar la preciosa casa de La Calera en el Término Municipal de Casar de Cáceres, aunque esta vez desde las alturas. Arrancamos los motores de nuestro dron para conocer parte del patrimonio rural que siembra nuestros campos con una riqueza que a veces ignoramos, pero que debe ser considerada por el verdadero valor que tiene.

Las trazas constructivas de esta casa nos hacen pensar en que se levantó en la primera mitad del siglo XVII, aunque el primer documento donde se menciona es de 1753, el Catastro de la Ensenada, donde se habla de una propiedad de Juan Roco Oribe cuya descripción encaja con esta edificación. Se habla de un terreno con viñas de 24 yuntas, casa de dos pisos con patio, capilla, horno de pan, caballeriza y bodega con capacidad para 180 arrobas de vino.

Actualmente vemos una construcción de mampostería y sillería en los dinteles. En la casa principal se distinguen dos cuerpos perfectamente diferenciados y comunicados por el interior y que correspondían a las estancias de los dueños y de los trabajadores. La fachada presenta restos de los esgrafiados que en su momento debieron de decorarla y de la que solo quedan algunas trazas como las que se ven alrededor de un pequeño vano con el que se ilumina la escalera interior y que fue abierto a modo de anacrónica aspillera. En el lado derecho de la fachada se distingue un escudo de mármol bajo yelmo que según Antonio Navareño podría ser de acarreo y que podría pertenecer a la familia Gómez en su rama castellano leonesa o asturiana, aunque este dato no está aún sostenido por pruebas documentales.

Destaca la capilla de una sola nave dividida en dos tramos: el primer cuerpo con bóvedas de aristas y la cabecera cerrada con bóveda de media naranja. En ella aparecían un retablo principal y dos laterales. El del altar mayor, según cuenta el citado Antonio Navareño que lo conoció in situ, era de tres calles y un solo cuerpo y estaba decorado con óleos y en la hornacina central se situaba la titular de la ermita: Nuestra Señora de África. En el del lado del evangelio destacaba San Antonio Abad y en el de la epístola San Francisco. Desgraciadamente no queda nada en la capilla y lo que ahora contemplamos es un espacio vacío encalado que parece desvelar en los desconchones, restos de una primitiva pintura que descansa por debajo de la cal que todo lo tapa.

 

Desde que no íbamos por allí hemos notado un deterioro grave en el edificio principal con el derrumbe de parte del tejado y que suele ser el inicio de la ruina de esta clase de inmuebles. Esperando que esto no ocurra, hoy solo hemos querido sobrevolar esta preciosa casa para mostrárosla, Al Detalle.

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BIOBLIOGRAFÍA CONSULTADA:

Arquitectura residencial en las dehesas de la tierra de Cáceres. Antonio Navareño Mateos