A veces nos vamos muy lejos para
descubrir vestigios casi olvidados de nuestro pasado, como viejos molinos
abandonados que nos cuentan antiguas historias de supersticiones, de moliendas
y de merecidas maquilas. A unos pasos de la ciudad monumental, y a escasos 3
metros de la Ronda de Puente Vadillo, una de las vías más transitadas de la
ciudad, encontramos los restos del Molino de Garzón, Garçón o Goresón,
reconvertido en un una humilde y abandonada casa de labor casi ahogada por la
maleza.
Actualmente vemos una casa con muros de
mampostería encalada y tejado a dos aguas, con varias estancias abandonadas y
abarrotadas de escombros y con peligro inminente de derrumbe en algunas de
ellas. Inspeccionar esta ruina nos transporta a un pasado cercano, pero por mucho
que miramos, no logramos encontrar resto alguno de su función como molino. De
la poca información que existe, podemos saber que en 1846 sí funcionaba como
molino y estaba arrendado a Vicente Bravo por 54 reales. También sabemos por el
Boletín Oficial de la Provincia número 128 del 11 de febrero de 1890, que
aparecen publicado en él los "nombres de los contribuyentes y fincas que se
subastan, con expresión de las cargas preferentes conocidas", con número
de orden 1273 y “débito por principal, recargos y costas" de 42,33
pesetas, se subasta una parte del molino de Garzón "al sitio cuarto del
Vadillo del Pago de la Ribera; que linda por el norte, sur y este con terrenos
de la Ribera y al oeste con el cauce de la Ribera".
No sabemos si tras esta subasta fue cuando
se produjo el cambio estructural. A decir verdad, por estas fechas los molinos
tradicionales estaban en desuso con el auge de fábricas de harina como la del
Guadiloba, mucho más modernas y eficientes y por la introducción paulatina de
la maquinaria eléctrica. Por lo tanto, no es descartable que a finales del
siglo XIX se abandonara la propiedad, cambiara de manos tras la subasta y se le
diera un nuevo uso como casa de labor para atender a las huertas circundantes.
Actualmente conserva los restos de un
establo con sus pesebres presidido por un gran sillón orejero. También vemos
varias habitaciones, que por los carteles encontrados pensamos en la existencia
ellas de algún tipo de taller, aunque el estado actual nos impide saber mucho
más sobre la función de estas estancias.
En pleno proceso de abandono y ruina, hoy
solo os he querido mostrar los restos de este antiguo molino de nuestra Ribera
y compartir, además, la poca información que he obtenido sobre él, deseando que
entre todos aprendamos a apreciar estos Detalles del pasado de nuestra ciudad.
Fuente: SIG Cáceres
Se te echaba ya de menos! ;-)
ResponderEliminarMe llama mucho la atención de este post la foto de los renglones a lápiz sobre lo que parece ser una pared. No entiendo muy bien lo que dicen: "De burra de la ¿desma?, tres monta", "De burra de los palacios, dos monta", etc... ¿Qué interpretas tú de esos apuntes, que parecen una tosca contabilidad, en la que se citan fincas cercanas a Cáceres (Los Palacios, Cáceres el Viejo, La Carretona)?
Buenas¡ estoy de vuelta después de casi dos meses de retiro... espero que hayan merecido la pena. Pues no soy capaz de interpretar la pintada y la puse por si alguien puede arrojar luz sobre lo que quiere decir. No obstante le pasaré filtros a ver si entendemos algo¡ Un saludo
ResponderEliminarDice la RAE:
ResponderEliminarmonta
1. f. Acción y efecto de montar.
2. f. Sitio en que el caballo o burro cubre a la yegua.
3. f. Suma de varias partidas.
4. f. Valor, calidad y estimación intrínseca de algo.
5. f. Mil. Señal que se hace con el clarín para que monten los soldados de caballería.