Ya hace unos meses os enseñaba esta preciosa Casa-Fuerte que se sitúa muy cerca de la capital, junto a la carretera de Badajoz. En aquella visita sólo llevaba la pequeña cámara que me acompaña en los paseos en bici, por eso quise volver con un mejor equipo, más tiempo, pero con más curiosidad aún que el primer día.
La
primavera inundaba todo con esa luz cegadora que no quema, y allí estaba, tan
abandonada como siempre, olvidada junto con su interesante historia. Se trata
de una torre prismática, situada en el centro de un espacio cuadrangular que
hace las veces de patio de armas. Está circundada por una muralla de sillería
que conserva alguna de sus almenas originales y solo tres de sus cuatro lados,
y solo tres de las cuatro torres que flanqueaban sus esquinas. La casa
aparece desmochada y se enmarca en la tipología de Casa-Fuerte de la segunda
mitad del siglo XV. Fue Alfón de Torres quien la mandó hacer. Era un importante
personaje de la corte de Enrique IV, Mariscal de Castilla en el 1465 y de la
confianza de la Reina Católica, quien le concedió una cédula de autorización
para esta edificación en 1476, en la que puede leerse:
“…a vos, el
Mariscal Alfón de Torres, mi vasallo y de mi consejo, con la presente os doy
licencia, autoridad y facultad para que podáis hacer y labrar y acabar de
labrar y edificar una torre y fortaleza que vos tenéis comenzada a labrar y
hacer un heredamniento vuestro que se dice de la Carretona, que es del término
de la Noble y Leal Villa de Cáceres…” y “…la podáis hacer, y la hagáis más o de
la suerte y defensión y calidad de las que están hechas en el término de dicha
Villa”
Esta licencia nos confirma que en la zona ya existían torres similares, pero pocas más se hicieron posteriormente, ya que esta construcción trajo gran revuelo en la ciudad, ya que muchos nobles habían solicitado permiso para obras similares y se les habían denegado. Además un año después de esta autorización, en la famosa visita de la reina en 1477, ésta manda desmochar todas las torres, así es que esta flamante edificación, en el caso de que se hubiera terminado, tuvo que ser derribada, aunque sobre este punto no hay evidencia documental. Lo que sí aparece en los archivos es que esta casa de la Carretona se dotó de varios “tiros de pólvora gruesos”, que no son otra cosa que unos cañones, que posiblemente se situarían en cada uno de los cuatro torreones. La colocación de estas armas no era algo muy común en la zona y causó gran número de comentarios, envidias y tiranteces en la nobleza cacereña de la época, porque realmente no eran necesarios.
La casa en
el siglo XVI sufre algunos cambios para adaptarla a la vida agrícola,
seguramente de esta época son las cuadras traseras. A pesar de haber perdido un
cuarto de sus murallas y sufrir graves daños en el interior, la casa se
conserva bastante bien, aunque muy afeada por las construcciones modernas que
se le han adosado y por el estado de abandono que sufre.
En el interior encontramos una gran “cocina” presidida por una enorme chimenea desde donde se accede a un par de estancias abovedadas sin mayor atractivo. Las estancias de la planta superior se transformaron en palomar como podéis ver en las fotos. Sorprende que aunque parece de gran tamaño, su interior es muy pequeño y te hace pensar en cómo se distribuiría originalmente para albergar al Gran Mariscal Alfón de Torres, aunque fuese sólo una construcción de recreo o paso. No quedan restos de escudos o algún otro elemento decorativo. Destaca en la fachada norte la puerta original de acceso con arco de medio punto, actualmente tapiada y en el interior de los torreones de las esquinas unas aspilleras perfectamente conservadas.
En definitiva,
en medio del campo, abandonado y rodeada exclusivamente de ganado, tenemos esta
casa del siglo XV, desconocida por la mayoría de los cacereños y una de las
muestras de la arquitectura de esa época que menos ha sido transformada y que
más nos puede ayudar a comprender cómo se vivía hace más de 500 años, al menos
mientras se mantenga en pie.
Enhorabuena por el post. Me gustaría hacerte una pregunta, ¿Sigue habiendo en las inmediaciones de la casa un tractor abandonado?
ResponderEliminarHola¡ muchas gracias por entrar y comentar¡ Pues creo que no hay ningún tractor¡
ResponderEliminarGracias por tus entradas en el blog, ¡las estamos disfrutando mucho!
ResponderEliminarVivo junto a la plaza del socorro, la que le has dedicado una entrada hace poco. Ayer estuvimos en las rejas del convento de San Francisco leyendo otra de tus entradas.
¡Muchas gracias!
Llevo unos meses subscrito al blog, pero no sé si estarás por Twitter también, para poder retweetear las entradas del blog que hagas ;-)
Hola Marino, mil gracias por tus palabras y me encanta que disfrutes buscando Detalles con mi blog. Búscame en Twitter que también estamos ahí. Un saludo.
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