En esta ocasión los paralelismos con la actualidad son tan
evidentes que me ahorraré el tener que señalar los aspectos que se repiten en
la historia de esta pequeña capital de provincia con mas aspiraciones que
posibilidades reales de prosperidad. Hoy os voy a contar una serie de
acontecimientos que CASI llevan a Cáceres a convertirse en parada obligada en
la ruta aérea Madrid-Lisboa en 1927, y que hubiesen convertido a nuestro
aeródromo (actual ferial), y nuestra ciudad, en parada diaria en uno de los principales
ejes de comunicación peninsulares.
Este fortuito accidente avivó la reivindicación de los
miembros de este periódico y que buscaban la parada diaria del vuelo en nuestro
aeródromo, porque se comprobó que la pista era lo suficientemente larga para
poder ser usada por este tipo de aparato, algo que se había puesto en duda en
un principio por la compañía que explotaba esta ruta.
Y parece que el asunto no iba mal porque solo dos días
después de este incidente, nuestro alcalde, el Señor Aranguren recibió una
carta remitida por el presidente de la Unión Aérea Española:
«Muy señor nuestro: Tenemos el gusto de comunicar a usía,
que el miércoles próximo, entre once y doce de la mañana, aterrizará en el
campo de esa población, el avión correo de Madrid a Lisboa que dejará en esa al
presidente dé esta sociedad don Mariano Moreno Caracciolo y al ingeniero de la
misma señor Armisen, quienes tendrán el gusto de entrevistarse con usía, con el
fin de cambiar impresiones sobre un posible aterrizaje diario en esa del avión
citado».
Y como “la campaña” se había lanzado desde el diario Nuevo
Día, la compañía invita al director del periódico, el Sr. Maderal (que sería
alcalde de la ciudad entre 1937 y 1940) y el redactor jefe, D. Félix Crespo a
recibir “el bautismo del aire”, partiendo de Cáceres a Lisboa ese mismo día y
regresando al día siguiente en el avión trimotor Junkers.
Nos podemos imaginar la expectación que la noticia suscitó
en nuestra ciudad, y como nos pasa siempre, aquello se parecía más al cuento de
la lechera que a un intento fundamentado de dar un importante paso adelante. Al
día siguiente el periódico recoge las impresiones de los afortunados viajeros
que iban desde el nerviosismo a la ilusión y que podéis leer en la imagen
adjunta.
Y llegó el gran día, y como era de esperar, un gran gentío
se congregó en el aeródromo de la carretera de Mérida para ser testigos del
acontecimiento, “más de 50 automóviles” que en aquella época debía de ser una verdadera
barbaridad. Además del alcalde Aranguren, a la comitiva oficial se sumaron
todas las autoridades de la ciudad que no iban a consentir aparecer en la foto,
que, por cierto, realizaría el afamado fotógrafo cacereño Javier. El Gobernador
Civil, el Sr. García Crespo, el Militar, Sr. García Sevilla y el presidente de
la Diputación, el Sr. López de Montenegro. A las 12:15 en el horizonte comenzó
a vislumbrarse el Junkers que aterrizó sin dificultad en la pista de nuestro
pequeño aeródromo y del que descendieron el Sr. Moreno y el Sr. Armisen. Y como
no puede faltar en una gran ocasión, el representante de una empresa quiso
hacer un obsequio y así no perder la oportunidad de visibilizar su marca que un
acontecimiento así le ofrecía. En este caso fue el representante de las bodegas
Benavides-Burgos quien regaló “unas botellas de Moriles” que embarcaron hacia
Lisboa y descorchó otras tantas para agasajar con el típico “vino español”.
Entonces los señores Madera y Crespo subieron al avión junto
con otros dos ilustres pasajeros que venían desde Madrid: el coronel del
ejército portugués, el Sr. Aires y, lo que es más curioso aún, el representante
de Metro-Goldwyn-Mayer, el Sr. Sama.

Como es de esperar, al día siguiente Nuevo Día hace un
despliegue a ocho columnas de todas las impresiones de su director y su
redactor jefe de la experiencia de volar, los paisajes a 1500m de altura y la
sensación de velocidad a, nada más y nada menos que 180 km/h, y que podéis leer
completamente en las imágenes que adjunto.
Incluso algún diario a nivel nacional si hizo eco de la
noticia, pero como lo suelen hacer este tipo de medio cuando se trata de
noticias de provincias, usando una mezcla de paternalismo, condescendencia y
una profunda ignorancia. Llegamos al esperpéntico caso de un periódico de
Barcelona que el 8 de noviembre habla de la parada de este vuelo y coloca a
nuestra ciudad como PUERTO DE MAR. Paso a transcribir el texto porque no tiene
desperdicio:
Los Junkers de la línea Madrid-Lisboa
Càceres,2. Ha aterrizado uno de los aparatos «Junkers» que
hacen el servicio aéreo correo entre Madrid y Lisboa. En él legaron el director
de la Unión Aérea señor Moreno Carraciolo y el ingeniero señor Armísem, que
vienen a hablar con las autoridades locales para establecer en Cáceres una
estación de tránsito de la línea aérea Madrid-Lisboa, En el «Junkers» salieron
para Lisboa el director del periódico «Nuevo Diario» señor Mayoral y el
redactor jefe del mismo, a los que se debe, por una campaña emprendida en el
citado periódico, la apuntada mejora. En la población ha producido el nuevo
servicio inmejorable efecto. Asistió al acto una comisión de marinos argentinos
perteneciente a la fragata «Sarmiento». Después de esto al cielo, y en tanto,
esperemos la visita del ministro de Marina por si hace falta un nuevo dragado o
si establecemos al fin astilleros. Mientras llega, ofrezcamos nuestras más
cumplidas excusas a los marinos argentinos, porque ¡la verdad! con las
emociones, ni pudimos saludarlos.”

La Compañía Aérea Española fue absorbida en 1929 por la
Concesionaria de Líneas Aéreas Subvencionadas y se fomentó la línea
Madrid-Sevilla-Lisboa, y Cáceres quedó en el olvida hasta que en 1937 nos
convertimos en parada de la línea que unía Vitoria y Tetuán. Las autoridades
aeronáuticas pidieron a las cacereñas arreglar las pistas porque cuando llovía
el barro dificultaba mucho el aterrizaje y el despegue. Las siguientes
informaciones que tenemos son que se suspende el paso por Cáceres porque desde
los mandos locales no invirtieron lo suficiente en el aeródromo, pero eso lo
contaremos otro día con más detalle.
Hoy solo quería poner la lupa en unos días que tuvieron que
ser apasionantes en esta pequeña ciudad y que por desgracia no procuraron los
beneficios que se esperaba, pero que me parecían lo suficientemente
interesantes como para tratarlos Al Detalle.
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