A veces pasa en esta ciudad que los actos se nos acumulan cuando luego pasamos semanas sin tener ninguna cita reseñable en el calendario festivo. En este recién estrenado 2020 ha ocurrido ya en las primeras semanas con la tradicional Romería de los Santos Mártires y con la bendición a los animales que se hace por San Antón en la Iglesia de San Juan.
La mañana del domingo 19 de enero era muy fría y ya me temía cómo iba a ser el viento en el Paseo Alto cuando me dirigía hacia allí, y no estaba equivocado. Y a pesar del sol, la mañana estaba desapacible, a decir verdad, algo que no ha importado demasiado a los incondicionales de esta romería, que además, cumple en este año su cuarenta aniversario. Como ya os conté en otra entrada de la que os facilito el enlace al final de la entrada, esta fiesta se perdió y se volvió a recuperar en 1980 gracias Juanita Franco, que desgraciadamente ya nos dejó en 2015. Algunos de los veteranos organizadores siguen trabajando para que todo salga bien este día, junto a los miembros de la Hermandad de la Salud. A todos ellos hay que darles las gracias por mantener viva esta tradición tan cacereña.
Poco después de llegar salí corriendo hacia el centro para asistir a la bendición de los animales a la salida de la misa de 12:30 de San Juan. Las colas han sido enormes en una tradición que también se ha recuperado recientemente y que empieza a gozar de cierta fama como se puede atestiguar por la gran afluencia de personas acompañadas de sus mascotas que esperaban su turno a las puertas del templo y a los pies de San Antón Abad.
Me gusta que se recuperen y/o mantengan los signos de identidad de esta ciudad que a veces no sabe bien quién es o a dónde va, pero cuando uno asiste a estos actos, independientemente de su nivel de fe, se da cuenta de que la unión por las tradiciones hace más por la cohesión de los pueblos que las banderas. Sigamos disfrutando de estas citas orgullosos de ellas, y por eso hoy os las he querido enseñar, Al Detalle.
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